¿Qué es el colon y el recto?
El intestino grueso es la parte final del tubo digestivo. Está formado por colon, recto y canal anal. El colon y recto están muy relacionados en el funcionamiento y en las enfermedades que los afectan. Por el contrario, el canal anal tiene características particulares y enfermedades muy propias de esa región, por lo que preferimos tratarlas en otra sección (ver hemorroides).
El colon, de más de 1 metro largo, forma un marco en el abdomen, que se inicia con el ciego, a partir de la unión del íleon en la válvula ileocecal, se continúa con el colon ascendente (parte derecha del marco), colon transverso (parte horizontal del marco, que divide la cavidad intra-abdominal en dos porciones: superior e inferior), colon descendente (parte izquierda del colon) y colon sigmoides (en forma de S, ocupa la parte izquierda baja) para continuarse con el recto, de orientación vertical y dentro de la pelvis, de unos 12 a 15 cm de largo.
¿Cómo funcionan el colon y el recto?
El colon recibe los desechos del proceso de la digestión, que se inicia en el estómago pero se verifica mayormente en el intestino delgado, realiza alguna función digestiva de almidones y proteínas residuales, absorbe agua y algunos minerales, formando las heces fecales, que son almacenadas o desplazadas hacia el recto, donde pueden ser almacenadas y finalmente expulsadas durante la defecación.
¿El colon puede ser objeto de una operación?
Por supuesto. Para llegar al colon y al recto (abordaje), el cirujano utiliza la vía abierta (heridas largas o incisiones) en la parte delantera del vientre (pared abdominal anterior) o el periné (área inferior donde se encuentran los genitales y el ano) o la vía laparoscópica (ver Cirugía general y laparoscópica).
Puede extirpar (o resecar) el colon (colectomía) parcial (colectomía segmentaria) o totalmente (colectomía total). El recto puede ser extirpado (protectomía) parcial (resección anterior del recto) o totalmente (resección abdominoperineal). Cuando se extirpa todo el colon, recto y el ano se denomina proctocolectomía total (Procto – recto / col – colon / ectomía – extirpación / Total – todo).
La extirpación parcial o total puede ser restablecida mediante unión de los extremos que quedan sueltos (anastomosis).
Hay ocasiones en los que se prefiere diferir esta anastomosis para otro momento, o bien no existe la posibilidad de restablecer la continuidad como en el caso de extirpación completa del recto y del canal anal, o bien se prefiere que por un tiempo no le llegue el contenido intestinal para que no afecte la anastomosis, por lo que se crea una boca (estoma), que es la exteriorización de colon (colostomía: colo – colon / ostomía – boca) o de intestino delgado (enterostomía: entero – intestino delgado, que cuando es por cirugía de colon y recto, la parte exterorizada del intestino delgado es el íleon –ileostomía-). Por esa boca o estoma sale el contenido del tubo digestivo hacia el exterior. Se coloca una bolsa que impide el derrame y permite que se vacíe o cambie en un lugar conveniente, permitiendo así que la persona ostomizada pueda llevar una vida social normal. Todo cirujano que planifica una cirugía de colon o recto deber de informarle con anterioridad al paciente de la posibilidad de que se requiera un estoma.
Un aspecto crítico de la cirugía de colon y recto es lo concerniente a la continencia (capacidad para controlar voluntariamente la salida de heces y gases por el ano) cuando se plantean cirugías que incluyen resección del recto. La cirugía restauradora implica el restablecimiento de la continuidad de la parte final del tubo digestivo con la finalidad de conservar la continencia.
¿Cómo puede ser evaluado mi colon y recto?
La mejor manera es visualizando directamente el interior del colon y recto en toda su extensión con la introducción de un tubo flexible (colonoscopía: colon – colon / scopía – ver) que por lo general va conectado a un monitor de video (videocolonoscopía). Permite practicar biopsias o remover pólipos. Una manera rápida y sencilla de visualizar los últimos 25 centímetros, es decir, desde el ano hasta el colon sigmoides, es mediante la proctosigmoidoscopía (procto – recto y ano / sigmoid – sigmoides / scopía – ver). Hasta hace unos años, la evaluación completa del colon solía consistir en la proctosigmoidoscopía más una radiografía del colon, enema de bario, que se logra con la introducción por vía anal de un material de contraste conocido como bario., pero en la actualidad se utiliza poco cuando se dispone de colonoscopía.
El colon y sus órganos vecinos pueden ser visualizados por tomografía computarizada. La colonografía por tomografía computarizada (también conocida como colonoscopía virtual) es la reconstrucción bi- o tridimensional del colon que evalúa el interior del colon (por ejemplo, rastreo de cáncer en asintomáticos como alternativa a la colonoscopía, o como complemento cuando ésta no se pueda practicar en todo el trayecto del colon -como lo sería una lesión obstructiva-). La resonancia magnética es muy parecida a la tomografía computarizada, solo que es más costosa, no utiliza radiaciones y es de menor disponibilidad; se utiliza cuando resulta claramente superior a la tomografía computarizada, como lo sería para evaluar un cáncer en el recto.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes del colon relacionadas con la cirugía?
Los divertículos y las diverticulitis, los pólipos y el cáncer y las colitis ulcerosa crónica inespecífica y por enfermedad de Crohn.
¿Qué son los divertículos del colon y cuándo requieren de un cirujano?
Los divertículos del colon son unos salientes, como si fueran los dedos de un guante, de las capas internas del colon (mucosa y submucosa) entre las fibras de músculos. Se relaciona con las personas que han llevado una dieta baja en fibras, algo muy característico de los que vivimos en el mundo occidental. Son tan frecuentes que a los 60 años, una de cada tres personas lo tienen, y esta proporción aumenta a una persona de cada dos cuando se pasa de los 80 años. El sitio más afectado es el colon sigmoides.
Los divertículos pueden pasar desapercibidos porque no den molestias o pueden asociarse a dolores intermitentes acompañados de diarreas o estreñimiento (el llamado síndrome del colon irritable). Este grupo corresponde a la diverticulosis (divertículo / osis – enfermedad). Se descubren casualmente durante una colonoscopía, enema de bario o cirugía abdominal. El tratamiento es médico, basándose en dietas ricas en fibras y antiespasmódicos.
Cuando uno de los divertículos se perforan originan una inflamación (diverticulitis: itis – inflamación). Es una complicación aguda (porque se establece en corto tiempo). La diverticulitis puede inflamar una parte del colon (recuerda, generalmente es el colon sigmoides), formar una colección de pus (absceso) o formar un agujero que vierta el contenido de todo el colon hacia la cavidad abdominal (peritonitis).
La diverticulitis aguda se trata con antibióticos, cuando se forma un absceso requiere que éste sea drenado por vía radiológica (por ejemplo, introducción de una sonda dirigida por tomografía computarizada) o por cirugía, pero si es una perforación libre con peritonitis, hay que operar urgentemente. En estos casos, el cirujano trata de extirpar el segmento afectado y, por lo general, difiere la reconstrucción (anastomosis de los extremos que quedan) para un futuro cercano (no antes de las 6 semanas) creando transitoriamente una colostomía.
Hay personas que por ataques repetidos de diverticulitis desarrollan comunicaciones (fístulas) entre el colon y otros órganos internos (vejiga, vagina,…) o estrecheces del mismo colon afectado, que solo se resuelven con cirugía.
Cada vez más escucho hablar sobre los pólipos y el cáncer de colon y recto. ¿Existe alguna relación entre ellos?
Los pólipos son proyecciones de tejido, como si fueran teticas de carne, dentro del interior del colon y del recto.
Pueden ser de varios tipos, pero hay uno en particular, el pólipo adenomatoso, que si no se elimina puede desarrollar cáncer. Es decir, el pólipo adenomatoso es pre-maligno. En otras palabras, el cáncer de colon se origina de un pólipo adenomatoso que se transforma en maligno.
La mayoría de los pólipos adenomatosos no dan molestias –pasan desapercibidos-. Ésa es la razón por la cual se recomienda practicar una colonoscopía total para rastrear pólipos a partir de los 50 años de edad. La ventaja de la colonoscopía es que si detecta un pólipo lo extirpa la mayoría de las veces; algunos requerirán cirugía porque son muy grandes o por el riesgo de romper (perforar) el colon durante su extracción.
Si se encuentra uno o más pólipos adenomatosos durante la colonoscopía, se requerirá de colonoscopias periódicas, pues esta situación indica que hay un propensión a formar nuevos pólipos en cualquier otro sitio del colon y el recto.
¿Qué me puede decir del cáncer de colon y recto?
Es común en nuestros países. Es la tercera causa de muerte por cáncer después del cáncer de pulmón y del cáncer de mama en la mujer y de la próstata en el hombre. Puede ser prevenido (ver antes). Hay personas que lo desarrollan antes de los 50 años, particularmente los que han tenido familiares cercanos con este tipo de cáncer, y ese riesgo guarda relación con la cercanía de la familiaridad, el número de personas afectadas y a menor edad.
Una alerta de cáncer oculto en el colon o el recto es la presencia de sangre en las heces fecales o detectada en un análisis de materia fecal. Otra alerta es el cambio del hábito intestinal; por ejemplo, aparición de diarreas o estreñimiento. Ante cualquiera de estas situaciones debe practicarse una colonoscopía.
¿Qué importancia tiene la cirugía en el tratamiento del cáncer de colon y recto?
Es la única modalidad de tratamiento que puede curar. Para aumentar las posibilidades de curación, se necesita que el cáncer haya sido detectado “tempranamente”. Una vez diagnosticado el cáncer, generalmente por colonoscopía-biopsia, se procede a determinar si el cáncer está localizado en el colon o se ha extendido a órganos vecinos (invasión directa) o a órganos distantes (metástasis) como el hígado o los pulmones. Las pruebas más utilizadas para estos fines son la tomografía computarizada y la tomografía por emisión de positrones. Esta última rastrea todo el cuerpo.
La selección del procedimiento quirúrgico dependerá de la localización del tumor, pues solo se extirpa parte del colon, excepto si hay más tumores simultáneos donde lo recomendable es extirpar todo el colon. Una situación crítica se presenta cuando el tumor está localizado dentro del recto, a pocos centímetros del ano, pues la continencia pudiera afectarse. En estos casos, solo los que están muy cerca (a menos de 6 cm del ano) requerirán extirpación completa del recto y del ano, pues, gracias a instrumentos muy refinados, como lo son engrapadoras que permiten hacer cortes y uniones muy cerca del ano, en la mayoría de los cánceres del recto puede restablecerse la continuidad del tubo digestivo sin afectar la continencia.
¿Qué papel juega el cirujano en los casos de colitis ulcerativa y colitis por enfermedad de Crohn?
La colitis ulcerativa y la colitis por enfermedad de Crohn, que se agrupan como Enfermedad Inflamatoria Intestinal, son condiciones que se tratan inicialmente con medicamentos suministrados por gastroenterólogos. El cirujano interviene cuando no hay respuesta al tratamiento médico, surge alguna complicación (por ejemplo, estrechez del colon o dilatación marcada con ruptura inminente del colon) o se desarrolla un cáncer.