Las várices no son del todo prevenibles porque existe un factor hereditario que no podemos controlar. Sin embargo, podemos llevar a cabo una serie de medidas que mejoren la circulación de la sangre por las venas con lo que se reduce el riesgo de desarrollar várices o que aparezcan nuevas.
- Ejercicio Mantén tus piernas en constante movimiento. La mejor manera de hacerlo es caminando. Con ella activas los músculos de la pierna que exprimen la sangre de las venas.
- Vigila tu peso y dieta La acumulación de grasa comprimen las venas causando que la sangre retenida dentro de ellas aumente la presión, lo que provoca que las venas se vuelvan varicosas. Asimismo, lo que ingieres puede ser determinante. Por ejemplo, al ingerir una dieta baja en sal y rica en fibras previenes la hinchazón en las piernas debida a retención de agua y estreñimiento.
- Observa lo que usas Evita los tacones altos. Los zapatos con tacones bajos hacen trabajar mejor a los músculos de la pantorrilla. No uses ropa apretada alrededor de la cintura, las ingles o las piernas, pues impiden la circulación de la sangre por las venas. Por ejemplo, uso cinturones o fajas muy ajustados o las medias hasta las piernas o los muslos que aprietan en sus bordes.
- Eleve tus piernas Para mejorar la circulación venosa de las piernas es conveniente elevar las piernas por encima del nivel del corazón (que es el mismo de las axilas). Por ejemplo, cuando estés sentada coloca las piernas sobre una banqueta o cuando estés acostada eleva las piernas sobre tres o cuatro almohadas.
- Evita permanecer de pies o sentada durante períodos largos Cambia de posición frecuentemente para facilitar la circulación de sangre. Date una vuelta cada 30 minutos para activar los músculos de la pierna. Si tu ocupación predispone a permanecer de pies durante horas, como es el caso de las peluqueras, es recomendable que utilices diariamente medias elásticas de baja presión (10 – 20 mm Hg).
No cruces las piernas al sentarse Esta posición agrava los problemas de circulación de sangre venosa.
